Bulbos de crocus

Bulbos de crocus – Cultiva las primeras flores de la primavera en tu jardín
El crocus (Crocus spp.) es una de las primeras flores de la primavera, y puede florecer ya en febrero o marzo. Estas pequeñas flores coloridas en tonos morado, amarillo, blanco y azul aportan alegría al jardín antes de que otras plantas despierten.

Al plantar bulbos de crocus en otoño, obtendrás una flor de primavera fiable y de propagación natural que volverá año tras año. Son ideales para parterres, rocallas, césped y macetas, y también prosperan en jardines silvestres.

¿Por qué plantar crocus?
Fácil de cuidar y fiable – Regresa cada primavera con muy poco mantenimiento.
Floración temprana – De las primeras flores tras el invierno.
Atrae polinizadores – Fuente clave de alimento para abejas y mariposas en primavera.
Perfecto para macetas, césped y parterres – Añade color y diversidad.
Resiste el frío y la nieve – Florece incluso en los primeros meses fríos.

Los bulbos de crocus prefieren suelos bien drenados y lugares soleados o con sombra parcial, y toleran suelos pobres.

Variedades populares de crocus para cultivar
Crocus de flor grande (Crocus vernus) – Flores vistosas en morado, amarillo y blanco.
Crocus botánico (Crocus chrysanthus) – Variedades pequeñas que florecen muy temprano.
Crocus de azafrán (Crocus sativus) – Produce los valiosos hilos de azafrán.
Mezclas de colores – Perfectas para un jardín primaveral variado y colorido.

Cómo plantar crocus – Consejos prácticos
Planta los bulbos en otoño, entre septiembre y noviembre, antes de que se congele el suelo.
Elige una zona soleada o parcialmente sombreada para una mejor floración.
Riega al plantar, evitando el exceso de humedad.
Deja que el follaje se marchite de forma natural para que el bulbo almacene energía.

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